mulata1977
00mercoledì 2 agosto 2006 14:45
México, 1 Ago (Notimex).- El internacionalista Martín Iñiguez Ramos señaló que la decisión de Fidel Castro de delegar sus poderes de jefe de Estado, principalmente a su hermano menor Raúl, es un ensayo para conocer lo que podría pasar en el futuro si él muere.
También es una manera de asegurarse de que dejará blindada la economía de Cuba, consideró el maestro en Relaciones Internacionales de la UNAM, quien rechazó tajante que el mandatario cubano "esté tan delicado de salud" e incluso que ya haya muerto, como se ha rumorado.
Más bien se trata de que está haciendo un simulacro, consideró el experto de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en una entrevista con Notimex.
"Es interesante verlo desde la perspectiva de que Fidel Castro es un hombre extremadamente inteligente. Siempre está un paso delante de los demás, y no dudo que Fidel esté haciendo una especie de simulacro previo a algo que para todo mundo es inevitable, que es la muerte", expuso.
El especialista en temas centroamericanos y catedrático de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, comentó que de acuerdo al análisis político cubano, Castro "está preparando su propio entierro, pero un entierro decoroso y que sepa que va a dejar blindada la economía de su país".
Iñiguez Ramos consideró interesante este ejercicio, que según el propio Castro durará hasta el 2 de diciembre y que adjudicó a problemas de salud. No parece casualidad que haya planeado regresar en esa fecha, aniversario de cuando entraron los revolucionarios a La Habana tras su salida de México a bordo del Granma.
El lunes, Castro delegó con carácter provisional sus funciones como comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas al general Raúl Castro Ruz, al igual que las de presidente del Consejo de Estado y del Gobierno de la República de Cuba.
El Programa de Salud Pública quedó en manos de José Ramón Balaguer Cabrera, miembro del Buró Político y ministro de Salud Pública; Educación estará a cargo de José Ramón Machado Ventura y Esteban Lazo Hernández; el ramo de Energía quedará temporalmente en manos del vicepresidente del Consejo de Estado, Carlos Lage Dávila.
Este último se hará cargo también del manejo de fondos para los programas de Gobierno, con apoyo del secretario del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros y ministro presidente del Banco Central de Cuba, Francisco Soberón Valdés, y del canciller Felipe Pérez Roque.
Iñiguez Ramos destacó que lo que no se ha mencionado es cuáles son las funciones de Lage y Pérez Roque, quienes han sido considerados por analistas como posibles sucesores de Fidel Castro.
"Lo que está viendo (Castro) es de qué manera pueden operar sin él y cómo se da la gobernabilidad entre ellos, y piensa en un momento no muy lejano quién lo va a suceder", comentó.
"Aunque la mayoría piensa que puede ser Raúl, también es un anciano y no tiene la visión de Estado que necesita un país que no quiere abandonar sus principios revolucionarios", añadió.
Por eso hay otros hombres como Lage o Pérez Roque, que tienen mayor aceptación en la sociedad cubana, son más jóvenes y tienen la posibilidad de buscar una transición, sino al capitalismo sí a ser una sociedad más abierta, abundó.
El experto de la UNAM también explicó que las juventudes cubanas, hombres y mujeres menores de 30 años, sienten mucho peso en el interior de la isla, y necesitan un cambio en expectativa de vida.
Otro punto que analiza Fidel, considera Martín Iñiguez, es la respuesta internacional ante su muerte.
En ese sentido citó los diferentes escenarios que se podrían presentar, como una guerra interna con una intervención estadunidense con el apoyo de los asilados cubanos en Miami, y la posibilidad de apoyo para la transición como se ha ofrecido España.
Pero definitivamente lo que más le interesa es detectar qué pasaría dentro de la República de Cuba y cómo podría ver su pueblo una eventual y no tan lejana muerte de su jefe de Estado, concluyó.